jueves, 30 de junio de 2016

Reseña: El hombre que fue jueves de G. K. Chesterton



Género: novela. Año: 1908. País: Reino Unido



La ironía de Chesterton tiene su mejor escenario en esta novela ambientada en Londres, Inglaterra. Con una temática que gira en torno a un grupo de anarquistas al que se integra Gabriel Syme, agente encubierto y poeta que protagoniza la trama, el humor negro se hace presente en toda la obra.

Syme, en su primera sesión dentro de la célula a la que se ha incorporado, se encuentra participando en una decisión importante: la elección del representante que acudirá para llevar al voz del grupo al Consejo Central de Anarquistas del mundo.

Debido a su convincente retórica, Syme resulta ser el elegido, por lo que arriba a la cumbre internacional junto con otros seis representantes (el número de delegados, en sí mismo, es una ironía, tratándose de una cumbre mundial). Cada representante en la sesión lleva como sobrenombre un día de la semana, convirtiéndose Syme en el jueves dentro del llamado Consejo de los Días. Poco a poco se devela que, contando a Syme, seis de los siete integrantes son en realidad policías encubiertos, que se encuentran en una pugna intestina sin saber siquiera ubicar a los verdaderos anarquistas.

Finalmente, una inesperada conclusión se da al develarse la identidad del día Domingo, autodenominado "La Paz de Dios", el cual les tiene preparada una gran sorpresa que sacudirá la perspectiva desde la que los seis agentes observan la situación.

A pesar de que la temática gira en torno a un grupo anarquista, la novela no es en lo absoluto una obra propagandística para apoyar o refutar la ideología de Bakunin, la cual es tocada de forma superficial en la novela. En cambio, sí se trata de un análisis del comportamiento y la naturaleza humana en el que la paranoia, la estrategia y la irracionalidad juegan un papel esencial.

En contraste, la influencia cristiana de Chesterton sí se hace presente de una forma suficientemente sutil a lo largo del libro, como en el ejemplo de la mujer de la que Syme está enamorado, Rosamunda, alegoría del latín Rosa Mundi, que es una forma de llamar a Jesús.

El hombre que fue jueves es un excelente libro, capaz de acercarnos a la espectacular calidad narrativa de Chesterton, y resulta sumamente interesante para aquellos lectores con experiencia en los círculos políticos, pero también para aquellos que se encuentran en busca de una lectura original y envolvente.

Frase destacada:

"La aventura puede ser una locura, pero el aventurero tiene que ser cuerdo"
 Gabriel Syme

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